sábado, 16 de septiembre de 2023

Conquistadores y Crímenes

 



En este día que pasa de regular a malo he visto en mi plataforma preferida —FlixOlé— una peli de la que desconocía su existencia y  miren ustedes que me gusta el género de los conquistadores españoles en las Américas. Se llamaba Cabeza de Vaca. Nacida con El Dorado de Saura a la candelita de los dineritos del 500 Centenario narra a pinceladas el primer viaje de Alvar Nuñez Cabeza de Vaca en la expedición de Pánfilo de Narváez con la misión de conquistar La Florida. Por motivos que no se explican muy bien en la peli hay un naufragio y las naves se separan. Después llegan a una playa donde son hostigados por los indios, sobreviviendo cuatro de ellos. A Cabeza de Vaca —interpretado por Juan Diego— lo dan de esclavo a un hechicero que se hace acompañar por un enano que no tiene brazos. Estos lo llevan a maltraer y se ríen de él. Poco a poco va trabando una relación mejor… pero tampoco muy buena. Una tribu solicita al curandero para curar al hijo del cacique de allí… van los tres y esta vez hace beber a Alvar el bebedizo místico. Lo están curando y el español se viene arriba y cura por implantación de manos el ojo del amigo. Con esto gana su libertad y la vuelta del crucifijo que le habían arrancado el día de su captura. Va curando de sitio en sitio. Algún tiempo después encuentra a sus tres compañeros. Y así es como va la peli en donde pasan algunas cosas más hasta que se vuelven a encontrar con una villa española… 8 años después de haber zarpado de Cuba.

He visto la peli con gusto a pesar del poco diálogo y de que cuando hablan en lenguas amerindias no ponen subtítulos ni nada. Juan Diego hace de histriónico conquistador, que había sido nombrado tesorero por Carlos I. Y como indicaban los créditos estaba sacado del libro Naufragios del mismo Alvar Nuñez. Ya me he entretenido en buscar los pormenores así rápido del personaje, que efectivamente pasó esos 8 años haciéndose pasar por curandero, mezclando las cosas que había allí aprendido con los indios y los conocimientos que tenía como soldado en las guerras de la Liga Santa que lo llevó hasta Italia. Uno de sus compañeros, Esteban o Estebanico, parece ser que fue el primer hombre africano en pisar América del Norte, pues parece que fue esclavo negro nacido en Marruecos. Es increíble la vida de estos hombres. Primero soldado por Europa. Después el recorrido que le llevará desde Florida pasando por  los estados actuales de  Alabama, Misisipi, Texas, Nuevo México para entrar en México por Sinaloa y concluir su viaje en la capital. Cuando pisó civilización después del periplo, y según la película, —el libro ya está localizado para a ver si puedo leerlo— ya confundía a Dios con el dios del hechicero, pero diciendo que sólo había un único Dios. Y también asumió que todas las tierras por las que anduvo eran de Nueva España… ¡Tú eres España! —señalando al jefe de la guarnición donde llegó—, ¡Esto es España! ¡Aquello es España! —dijo mirando las montañas y el horizonte—. De hecho pasaron a ser territorio conquistado. Y bueno después volvió en un segundo viaje a América y descubrió para el hombre blanco las Cataratas de Iguazú.


No es lo único que he visto en esta semana de progresivo malestar mental y físico. Se me ocurrió ver una novedad de Netflix, El cuerpo en llamas. ¿Por qué? —me diréis—. Pues porque me fascinaba el caso del crimen de la policía local de Barcelona. Yo viendo una serie mainstream pero española es raro. No sé si sabréis la historia esta, pero la cosa está en que un tío aparece quemao en su coche. Y a partir de ahí los sospechosos comienzan a salir a la luz. Problema con la serie de marras… no te cae bien nadie. O sea, ni el muerto, ni los sospechosos, ni los supuestos asesinos, ni ná. La cosa se centra en Rosa Peral, una atractiva poli local interpretada por Úrsula Corberó. Yo sabía quien era esta muchacha, pero no me suena de haber visto nada más suyo, aunque puedo equivocarme por supuesto. El coprotagonista es Quim Gutiérrez. La cuestión es que todos lo hacen más o menos bien, pero el toque Antena 3 que tiene la serie —no tengo ni idea si participa aquí, pero vamos que yo sé de lo que hablo— la hace desagradable. Terminar los capítulos con canciones muy forzadamente, al estilo de un videoclip de Al salir de clase, saltos narrativos no siempre bien llevados —conociendo la historia no te pierdes tanto, claro—, y como decía unos personajes antipáticos. Ni la muchacha ni el amante ni el marido ni el novio asesinado, ni los padres, ni la hija que es una sosainas de pocos años… Yo creo que han suavizado mucho la sordidez de la cosa para hacerlo más digerible. El colofón es una serie fake de Las cintas de… de Rosa Peral en este caso. Con entrevista con la asesina condenada, con el padre, con la abogada —en la serie es pa estamparla contra la pared— y con periodistas. En persona es verdad que funciona más ese poder de seducción que dicen que tiene, más que en la ficción. Se podía haber hecho todo en 4 episodios y no en 8 o 9 que tiene. Hay mucha repetición. Supongo que lo querrán dar mascadito.


Otras cosas que he visto esta semana ha sido Historia de O, La criada, Shortbus, un documental sobre los pedófilos en los Boys Scouts y yo que sé más…
Ya no retengo las cosas como antes. También un trozo de Masterchef Celebrity y ya no me acuerdo de más.

Los caminos del dolor, la soledad y la decadencia vital son inescrutables.